La informática como valor seguro.

El desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación alcanza una velocidad vertiginosa, no comparable con el ritmo de asimilación de los usuarios y menos con la capacidad de adaptación de las empresas.

La capacidad de asimilación de tecnología por parte de los usuarios, se divide en estratos que coinciden con diversas franjas de edad. La asimilación tecnológica por parte de las empresas se divide en las franjas de amortización de licencias, compatibilidades, etc.

Todo este panorama implica que la informática, en su amplio sentido (desde el usuario hasta el programador), va a pasar necesariamente por diversas etapas de formación, que le permitirá desde conocer nuevas aplicaciones, hasta perfeccionar su capacidad de utilización o incluso llegar a desarrollarlas.

Posiblemente dentro de los requisitos de selección de un empleado esté el conocimiento de un programa determinado informático, en otros casos la empresa o el propio empleado puede impulsar un perfeccionamiento en el uso de un programa, porque considera que sus posibilidades generarán mejoras en su productividad, pero hay casos en los que el conocimiento de paquetes básicos informáticos, implican que esa persona está capacitada para enfrentarse a programas software específicos, aunque no se requiera previamente su conocimiento.

En el caso de personas con difícil empleabilidad, la formación informática genera oportunidades, con la ventaja de ser accesible y de abarcar niveles de diversos grados de especialización. En su parte básica se convierte en una constante necesaria, que algunas personas no conocían, porque sus empleos no lo requerían o porque no se habían planteado la posibilidad de mejorar con estas herramientas.

Para un plan de desarrollo de carrera tanto personal como planteado por una empresa, el conocimiento y perfeccionamiento informático es un valor seguro de mejora e inversión, en cualquiera de sus diversos escalones de nivel.

¿Incluso en la formación de un manager? Claro, porque los puestos directivos estratégicos tienen múltiples herramientas de ayuda y mejora a la hora de planificar y visualizar e incluso comunicar decisiones estratégicas.

A nivel de usuario terminamos por conocer paquetes completos de Office, de los que finalmente utilizamos utilidades aplicables en nuestro trabajo diario, pero sin necesitar formaciones más avanzadas, el recordatorio del resto de utilidades básicas que no aplicamos, muchas veces nos permite incorporar algunas que no estábamos utilizando.

Todo esto nos da el resultado de la importancia de la formación continua informática, como garantía constante de mejora.

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